Domingo, 17 de agosto de 2008, 11:53 p.m.Querida Rosina
Conocí al compañero Arquimedes "chino" Torres en una de las reuniones ampliadas de el MIR El Militante convocada por Ricardo Gadea. Lo conocí en ese entonces como el "Chino" Iglesias y lo recuerdo por una sinceridad convocante de varios kilates. Estábamos allí, de quienes recuerdo, Gadea, Héctor Cordero, Víctor Polay, Hugo Avellaneda, Pablo Rojas, Julio Dagnino, y otros compañeros conocidos sólo por seudónimo. Lo interesante fue el silencio total de Iglesias hasta casi el final de la reunión donde escuchó y observó la dinámica de la discusión y el intercambio de ideas. Luego intervino breve y preciso "muy interesante todo lo escuchado pero yo les pido a los "compañeros intelectuales" más acción y compromiso revolucionario. " Más tarde por referencias de Ricardo Tello supe realmente quién era este compañero de compromiso indiscutible con la revolución en el Perú, ambos estuvieron presos en El Frontón durante el primer gobierno de Prado, mucho antes que el "Cholo" conociera a Beatriz. Y justo en el libro de poesía que estamos publicando el "Cholo" se refiere a Arquímedes en los siguientes versos:
Conocí al compañero Arquimedes "chino" Torres en una de las reuniones ampliadas de el MIR El Militante convocada por Ricardo Gadea. Lo conocí en ese entonces como el "Chino" Iglesias y lo recuerdo por una sinceridad convocante de varios kilates. Estábamos allí, de quienes recuerdo, Gadea, Héctor Cordero, Víctor Polay, Hugo Avellaneda, Pablo Rojas, Julio Dagnino, y otros compañeros conocidos sólo por seudónimo. Lo interesante fue el silencio total de Iglesias hasta casi el final de la reunión donde escuchó y observó la dinámica de la discusión y el intercambio de ideas. Luego intervino breve y preciso "muy interesante todo lo escuchado pero yo les pido a los "compañeros intelectuales" más acción y compromiso revolucionario. " Más tarde por referencias de Ricardo Tello supe realmente quién era este compañero de compromiso indiscutible con la revolución en el Perú, ambos estuvieron presos en El Frontón durante el primer gobierno de Prado, mucho antes que el "Cholo" conociera a Beatriz. Y justo en el libro de poesía que estamos publicando el "Cholo" se refiere a Arquímedes en los siguientes versos:
*CONCIERTO VEHEMENTE EN LAS TARIMAS*
-¿y aún cantar?-
¡Cantamos viejo Arquímedes!
Otra vez el concierto
Otra vez el concierto
amanece en las tarimas.
Al coro queridos míos:
El rondín el cajón
y las cucharas.
Pájaros marineros desde el alba
a gloria, a gloria cantan
igual que las gaviotas y piqueros.
Y el Pájaro de Fuego (majestuoso)
de mar de amor sedientohace su entrada centelleante
rompe sus platillos de espuma y oro viejo
y el ritmo de las olas y la espuma
sobre los fieros flancos de los acantilados.
El Pájaro de Fuego
El Pájaro de Fuego
besa el color violeta de las aguas
y deshace la niebla en los rincones.
Bajo profundo el mar con sus tambores
redobla en las tarimas.
Los metales del mar cargan de intensidad
sus instrumentos.Altas cuerdas de brisa en sus violines.
Y el Pájaro de Fuego sobre la antigua roca.
Al fondo están las celdas, los galpones, las cuevas.
Al fondo están las celdas, los galpones, las cuevas.
Y aún cantando se ven los hombrecitos
fuertemente abrazados con su hombría
con su infinito al pecho, sus bemoles.
Y allí está el viejo Arquímedes
¿Cuántos años en medio de la tribu?.
Como aprendiz de brujo prendido a la batuta.
Dirigiendo el Concierto en las Tarimas
El rondín el cajón y las cucharas
y el Pájaro de Fuego sobre la vieja roca,
absorto en afinar los instrumentos
de la mar y el orbe del hombre y de la vida.
El rondín el charango y las cucharas
El rondín el charango y las cucharas
y el golpe del cajón y el son del diablo.
Coros de lobos aúllan junto a los prisioneros
y tú como aprendiz de brujo
Arquímedes erguido en tu tarima,
encantador de fieras ,afanando*
alegría a la tristeza, al amor, al odio
alma de multitud las soledades.
Y un tanto más, Arquímedes,
absorto en concertar los instrumentos
del Pájaro de Fuego
con el violín gitano de las brisas
coros de lobeznos obscuros en las peñas
coros con el eco de los muertos y los torturados
y el rondín el charango y las cucharas.
Mientras las entretelas
Mientras las entretelas
bailan con el cajón
al son del universo
el son del diablo.
Y de pronto escuchábamos la voz de Puñalada¡
Y de pronto escuchábamos la voz de Puñalada¡
Ese Arquímedes Torres... con todo!
(¿A dónde a dónde?)
Y otra vez Puñalada:
¡Ese Torres, aquel mismo ladrón de la candela,
del buitre en la barriga y del peñón a cuestas...
!Y tu decías: Puñalada no es rostro
un lamparín de ron echando chispas
colgado con sus barbas de chivo, del grito
y la penumbra.
¿Sería dios Puñalada, viejo Arquímedes,
o algún dedo de dios, un tanto tieso,
señalandola entrada y la salida de aquel hueco en la isla
más hondo que el Cocito.**
¡Ese Torres con todo...!
contigo mismo encima (pesado fardo)
las camisas del alma hay que exprimirlas del frío,
del viejo perro de la muerte, las humeda
desde la mugre humana aún de odio teñida,
las camisas, hay que exprimirlas vayan a contagiarnos
y al fin, de paso, un trago largo:
Los amables chalecos***
que te abrigan,el invierno que abraza tu chalina
de dudas saludables, roída por las penas
las ratas y el mal tiempo...
Entonces, acomódate en la espalda el aguacero
Entonces, acomódate en la espalda el aguacero
de Lima que es muy fino. Y al paso llano
de los pies del huaico entre las gentes anda
grillos aún en los ojos como anteojos
te harán meter la pata en el camino.
Pero sigue,sigue Arquímedes querido, amárrate al rumor
del grueso río para que no te pierdas
¡pata de perro¡ ¡palo de bosque¡
¡gota de lluvia!
para que no te pierdas
que bueno si pudieras dejar tus piojos
metafísicosy alguna vez tus quenas cuando joden y bajan
como el llanto ¿O con el llanto hay que seguir
subiendo, cantando, rasgando en las costillas?
¡Los felizmente viejos pantalones!
¡Recuerda viejo Arquímedes! .
..Era un barco pirata con bandera de
El Orden y La Paz (de los muertos)
encallada en la roca, una leyenda viva y
tiempo oscuro:
La pátina habladora de una historia olvidada.
De cal y canto el canto.
De cal y canto el canto.
Como un antiguo puente de voz humana
desde la noche al alba
el rondín, el cajón y las cucharas
aprendimos sudando, sangrando, a celebrar la vida
en el coro rugiente de los remeros.
Hombres de Yodo y Sal
Hombres de Yodo y Sal
muerden la niebla
huelen los vientos de la mar abierta
husmean muchedumbres a lo lejos
bajo el sol de los muertos
y los sobrevivientes.
(*) Jerga
(**) Río del Infierno del Dante
(***) Aguardiente
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