17 nov 2008

Guiones y Aguijones

El presidente Alan García parece decidido en los últimos días a volver a encauzar la agenda con miras al evento más importante del año para el Perú. La Cumbre APEC que se realizará en Lima la próxima semana parece ser sometida a la sordina de las últimas protestas en el sur y el interminable debate de los Petroaudios, prolongado en una comisión parlamentaria encantada de funcionar bajo los reflectores.
Ollanta Humala tampoco dejó pasar la oportunidad y declaró el sábado 8 que “lo que estamos viendo es una muestra de lo que podríamos llamar un gobierno infestado con el virus de la corrupción. No sabemos hasta dónde llegará, pero sí podemos señalar que, si la corrupción que se está desatando llega al propio Presidente de la República, tendríamos que hablar de la necesidad de adelantar las elecciones presidenciales en ese caso”.
García esperó la inauguración de las obras de modernización y ampliación de la planta industrial de Backus en Ate Vitarte para devolver la flor. “El derrotismo y el afán electorero de algunas personas que buscan desestabilizar al gobierno dan risa”, respondió. Continuó con la impronta optimista y además la inyectó de ironía ante su ex contrincante. “No conviertas ‘escandaletes’ sectoriales en el instrumento de tu futuro político, no seas así, porque vas a perder y como vas a perder dentro de tres años, quieres adelantar las cosas. Es demasiado evidente, pueril, infantil y tonto. Aquí estamos los que creemos en el Perú y en su destino”.
La especie de parábola política terminó con golpecitos en el hombro. “Hijo: predica, aprende, convence, gana racionalmente tu camino. No nos quieras imponer la agenda del desorden, del caos y del bloqueo, cuando esta sociedad está caminando firmemente”.
García parece resuelto a amplificar su discurso de la CADE pero también es cierto que le es cada vez más difícil agrandar el recinto. En el diario El Comercio publicó un artículo en el que se ratifica en la fortaleza del sistema capitalista y la posición relativamente privilegiada del Perú ante la crisis financiera mundial. Como ocurrió con la ALC-UE, en el gobierno confían que la Cumbre APEC vuelva a reubicar las fichas en el tablero de juego. Es obvio que un evento de esa magnitud, con las predecibles expresiones de elogio salidas de los pesos pesados, devolverá a su justa dimensión las divertidas minucias de la discusión criolla. Aunque sea por unas semanas que se conecten con la distensión de fin de año.
HUMALA TAMBIÉN concentró su munición en el presidente del Consejo de Ministros, Yehude Simon. En manifestación de incontinencia política, le pidió reconsiderar su “permanencia en el cargo” tras haber reconocido que se reunió con Fortunato Canaán para discutir la construcción del hospital regional de Lambayeque.
Simon, que pronunció un encendido discurso contra la corrupción en Chimbote el martes 11, le pidió “pensar antes de hablar. ¿Está buscando la estabilidad del país o el conflicto? Hay que ser serio. Prefiero al Humala serio que a aquel que habla y dispara para ver si así sale en los periódicos”. Para no abandonar el vocabulario religioso de AGP, recordó al nacionalista que así el Presidente hubiera conversado con el prófugo Rómulo León, eso “no es pecado”.
El propio Humala había reconocido días atrás que se reunió con León Alegría durante la campaña electoral en el 2005, cuando éste le pidió integrarse a sus filas.
Gustavo Espinoza, congresista kamikaze y ex nacionalista, ha vuelto a irrumpir para llenar las líneas restantes de la extraña historia. Sostiene que la campaña humalista recibió US$ 100 mil de parte del ahora omnipresente ex ministro. Espinoza recuerda que la entrega del dinero se realizó en el restaurante del Casino de Miraflores, en una reunión organizada por Carlos Torres Caro, entonces candidato a la vicepresidencia por el humalismo y actual parlamentario sin bancada, entre diciembre del 2005 y enero del año siguiente.
En el encuentro habrían participado Humala, Torres Caro, Espinoza y otro colaborador que, siempre según el último, ofrecería en los próximos días su testimonio en el Congreso. “Torres Caro manejaba las lista de candidatos al Congreso y los aportes. Ese mediodía nos citó en distintas mesas, lo que era una estrategia suya. Él recibió el dinero que le dio León en un sobre”, recuerda Espinoza.
ESPINOZA ASEGURA además que Torres Caro y León Alegría se convirtieron en socios en el tráfico de influencias. “Me lo comentó el empresario argentino Sergio Cayrus”, asegura. En junio pasado, Espinoza reveló un video donde Cayrus contaba que Torres Caro pidió US$ 10,000 para conseguirle una cita con el presidente Alan García. Cayrus representaba a inversionistas argentinos en tecnología para explotación gasífera. Espinoza señala que, según le comentó Cayrus, Torres Caro indicaba que el dinero sea depositado en un estudio vinculado a León Alegría.
Humala solo ha admitido la reunión con León Alegría, donde éste le habría pedido ser candidato al Congreso por el nacionalismo. Pero la versión de Torres Caro sobre esta misma reunión es diferente. “León tenía un programa en radio Miraflores y me pidió que le presente a Ollanta porque quería entrevistarlo”, dijo. El BMW de Torres Caro perteneció antes a León. Torres Caro se negó a declarar a CARETAS nada más sobre su relación con el actual prófugo.
Espinoza, qué duda cabe, es una fuente problemática. Se encuentra suspendido 120 días por variar una declaración jurada y difundir una conversación que grabó subrepticiamente con el propio Torres Caro, relacionada con la mencionada denuncia que involucró al empresario Cayrus. Espinoza ya se ha hecho famoso porque si alguien se toma siquiera una limonada con él debe reservarse el derecho a practicarle un barrido electrónico al vaso.
Pero aquí el ruido del río podría traer no solo piedras... Enteradas fuentes del gobierno confirmaron a CARETAS que Rómulo León le ofreció al APRA dinero de empresarios mexicanos para la última campaña presidencial. Según la versión, el candidato Alan García se negó de plano. En ese orden de ideas, el intento de León habría continuado con el “outsider” que estuvo a punto de llevarse la elección. Por entonces, su relación con Torres Caro era bastante estrecha. León, ya expulsado del Parnaso alanista y siempre presto a buscar una oportunidad de reenganche, había comentado a miembros de la cúpula aprista que el entonces escudero de Humala era la puerta de entrada del aprismo en la tienda rival.
La posterior pelea entre Ollanta y Torres Caro, y el acercamiento del último al gobierno, parece reforzar la idea.
Sería otra sorpresa colateral en la reaparición mediática de Rómulo León. Al cierre de esta edición volvían a ser insistentes los rumores de la inminente entrega del ex ministro. León se encontraría emocionalmente quebrado y ya escribió cartas a sus hijos pidiéndoles perdón por la situación en la que los ha puesto. Su plan sería presentarse directamente ante el juez anticorrupción Jorge Barreto y saltar el trámite estándar de una entrega a la Policía. Ya el jueves 6 CARETAS había recibido la información de que León iba a entregarse en una casa del jirón Trujillo, a espaldas del Hospital Larco Herrera.
LEJOS DE LOS LÍOS intestinos del centro de Lima, los últimos sucesos en provincias han vuelto a sembrar preocupación por su intensidad y niveles de violencia.
En Sicuani ya se ha alertado sobre la presencia de elementos que pertenecieron al MRTA y que hoy, bajo la bandera de Patria Libre, azuzaron el conflicto por los anunciados planes de la construcción de una hidroeléctrica.
Los últimos desmanes en Tacna, a raíz del conflicto por la repartición del canon con Moquegua, responden para fuentes de la Defensoría del Pueblo a la falta de liderazgos locales y la proliferación de la violencia sin un norte claro, que son constantes en las actuales situaciones de convulsión. Las medidas de protesta afectaron gravemente la infraestructura de la ciudad, a diferencia de lo que ocurrió hace algunos meses con el “moqueguazo”. Tacna tiene actores lindantes con la chifladura, como la especie de neonazis de la que CARETAS alertó en su carátula de enero del 2005.
La actividad de los simpatizantes de Ollanta Humala también ha pasado por cambios. Los reservistas ya no usan sus uniformes pero en los desórdenes –en la ocupación de los cerros y en el enfrentamiento con la Policía, por ejemplo– se hizo notoria la formación militar de muchos de los protestantes. A ese incendio, como ocurre en otras partes del país, se le suma el caos de las radios extremistas, muchas de ellas piratas y sin un contrapeso de medios de comunicación más proclives al sistema democrático.
En la dinámica se cuelgan los movimientos indigenistas del sur, que, aunque todavía en ciernes, configuran un fenómeno cada vez más digno de atención. Las comunidades quechuas y aymaras presentan un sustento doctrinario preocupante y ponen en cuestión el régimen político. Se trata de un discurso comunitario extremo con claros matices separatistas y excluyentes en torno al concepto de identidad nacional.
El presidente de la Coordinadora Andina de Organizaciones Indígenas (CAOI), Miguel Palacín, es la cabeza más visible de esta corriente y también es miembro de la Coordinadora Político Social, patrocinada por el secretario general de la CGTP y activo movilizador de las protestas durante el foro APEC, Mario Huamán. La colaboración se refleja en el calendario. El “levantamiento” contra el gobierno anunciado por CAOI y otras organizaciones para el 21 de octubre ha sido postergado tres veces y ahora se anuncia para el 16, justo ad portas de la cumbre del Asia Pacífico. Tacna, Puno, Cusco y Moquegua prometen hacerse sentir entonces.

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