La Comunidad Internacional y sus organismos representativos, suelen considerar "Presos de Conciencia" a aquellas personas que no han cometido delito alguno y sufren detenciones ilegales por causa de sus ideas. Es ese el caso, por cierto de Roque Gonzales La Rosa , el peruano detenido en el puesto fronterizo de Aguas Verdes el 29 de febrero pasado y que cumplirá pronto cinco meses privado de su libertad, sin causa alguna. A él, y a seis mujeres que se trasladaban en el mismo vehículo desde la ciudad de Quito hasta la capital peruana, se les capturó como consecuencia de una sospechosa y sorprendente disposición judicial dictada en Lima el día anterior a los hechos y cuando los afectados por la medida se encontraban fuera del país. La acción se justificó aduciendo que tales personas habían viajado a Ecuador para participar -como lo hicieron- en el II Encuentro Continental Bolivariano celebrado en ese país con la participación de más de 350 delegados de América Latina. Hoy, todos los participantes en dicho certamen desarrollan actividades ordinarias en cada una de las ciudades en las que habitan. A nadie se le ha ocurrido ni molestarlos, ni detenerlos, por la comisión de tan extraño delito: asistir al encuentro de Quito. Sólo aquí, para escarnio de la "democracia aprista", un ciudadano ha sido privado de su libertad. Y las sucesivas peticiones presentadas por su Defensa, han sido desestimadas por los Jueces. Según parece, la Justicia Peruana opina formalmente que Roque Gonzales es un delincuente de alto vuelo y que su delito merece carcelería indefinida. Las seis mujeres que cayeron con él, fueron liberadas. La primera de ellas, Melissa Patiño, de apenas 22 años y poeta, salió de la prisión casi tres meses después de ocurridos los hechos de Aguas Verdes. Y sus compañeras, poco después. Pero Roque Gonzales La Rosa no tiene cuándo abandonar el presidio aunque "el delito que cometió", es el mismo. Ocurre ciertamente que en el caso aludido, el gobierno busca escarmentar a la gente. Hacerle ver que es "muy peligroso" hacer política desde posiciones críticas al régimen; y, sobre todo, desde una perspectiva bolivariana. Para el Presidente García esa "perspectiva bolivariana" implica una convicción patriótica que, en este mundo de globalización y capital transnacional, hay que desterrar, en aras de la integración económica y la aplicación de programas de desarrollo basados en la inversión foránea. Y es que de eso se trata, finalmente. De hacer carne en la gente la idea de que no es posible oponerse al "modelo" que nos oprime por que él resulta consustancial al progreso y al desarrollo. Lo que ocultan quienes piensan así es el hecho que están hablando de progreso y desarrollo no para los países ni para los pueblos, sino apenas para segmentos de estos; para núcleos privilegiados que viven a la sombra del Poder y que sirven, sumisos, los planes de dominación foránea. Porque el común de la gente lo entiende de ese modo, una reciente encuesta de la Universidad de Lima, revela que un 79% de los consultados afirma que el Gobierno beneficia con su política a los ricos; en tanto que apenas un 3.2% cree que ella también favorece a los "más necesitados" . Por eso el común de la gente desaprueba claramente la gestión del Presidente García. En Lima, considerada una suerte de "plaza fuerte" de la Clase Dominante , apenas el 35% de los entrevistados está de acuerdo con las orientaciones del oficialismo, en tanto que el 65% las rechaza. En el interior del país, sin embargo, los resultados de la encuesta son más categóricos. En el sur peruano, por ejemplo, apenas el 11% de los entrevistados mantiene su apoyo al gobierno en tanto que un 89% lo rechaza. Y en la amazonía, el 93% está en contra, mientra apenas el 7% ve la gestión oficial con simpatía. En esas condiciones, "mantener el orden" obliga a emplear a fuerza. Eso explica la reciente disposición gubernamental que faculta a las Fuerzas Armadas y a la Policía Nacional a hacer uso de sus armas de fuego "sin responsabilidades posteriores" ; y la decisión judicial de mantener en prisión a una persona - como Roque Gonzales- a quien no se le acusa de delito alguno, salvo el de haber asistido a un evento continental de solidaridad. En el Perú ha crecido, ciertamente, la campaña en pro de la libertad de ese personaje que pasa ya a convertirse en una emblemática figura en la lucha por la defensa de las libertades democráticas. Personalidades que nadie podría considerar de "izquierda", como la periodista de la televisión Rosa María Palacios; o diario como " La República " -que respaldó abiertamente al Presidente García- se muestran críticos de esta acción punitiva, que no tiene justificación alguna. Para ellos también Roque Gonzales La Rosa es un Preso de Conciencia.
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Por GUSTAVO ESPINOZA M
ABP/PERU
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